martes, 7 de octubre de 2008

Me siento engañada

Estoy convencida de que existe un complot. Alguien lo ha tramado a conciencia. Una mente perversa y cruel, puesta al servicio de intereses económicos.
Todo empezó hace años. Fue el gran acontecimiento del día. Se acababan por fin las carreras a las once de la mañana. Bajamos para verla y de inmediato probarla. Aparentemente prometía comodidad y grandes satisfacciones. Un modelo algo arcaico, pero a quién le importa. Habíamos esperado meses para conseguirla y no íbamos a poner pegas porque no fuera la revolución del mercado.
Introducir la moneda en la ranura, un sonido de descenso del metal y comienza la magia. Hay varias posibilidades: cortado, capuccino, mocaccino, leche manchada. Todo un universo a nuestra disposición. Opto por el clásico café con leche, ya habrá tiempo de nuevas sensaciones. Se muele el grano y se mezcla con el agua hirviendo. El olor es agradable. Se abre la pequeña compuerta y saco el vaso de plástico, de tamaño más bien reducido. Me lo llevo a los labios con sumo cuidado. Puede que esté demasiado caliente, pero la impaciencia es uno de mis peores enemigos. Un sorbito (en gallego, groliño, es una palabra que me hace mucha gracia…)
NO PUEDE SER: ES INTRAGABLE!!!!!!

Ahora ya nos hemos acostumbrado y solamente somos conscientes de la triste realidad tras un largo periodo de alejamiento de dicho artefacto maléfico.

4 comentarios:

Zadelia dijo...

Sabes? he pensado mucho en lo que dices, en esa máquina mala que nos amarga siempre el café! Somos unos ilusos porque acabamos metiendo la dichosa monedita...
Hace años descubrí que al menos en ciertos hospitales la máquina mala hace también consomés de verduras... y eso también me dio que pensar... lo encontraba ANTINATURAL, pero hoy no se, tal vez si el café es un vegetal... y un pimiento o una zanahoria también... y si en vez de "máquina de café" se llamase "máquina de infusiones de origen vegetal" mmm no estaría tan mal... De cualquier forma debo confesar que está mejor el consomé que el café.
Un besazo y "...escribid, escribid... malditos...", (sea lo que sea).

La Hechicera Pichuca dijo...

Yo también me siento engañada.
Ayer empecé a estudiar en turno de tarde y nos dijeron que no abrirían la cafetería en nuestro turno pero está a nuestra disposición una máquina de zumos y bollería y una máquina de café.
QUE ME PARTA UN RAYO SI METO UNA SOLA MONEDA ALGUNA VEZ NI SI QUIERA PARA UN CONSOMÉ...!!! Me ha encantado, saludos.

Vegetable Man dijo...

las máquinas de cafe son el peor invento de la humanidad.

LU dijo...

Bueno, ya me da hasta penita el trasto éste. Tanto como lo peor de la humanidad. A mi se me ocurren miles de ejemplos bastante más diabólicos.
Biquiños